El presidente ruso, Vladímir Putin, ha destituido al máximo responsable de su fallida invasión de Ucrania, el hasta ahora ministro de Defensa, Serguéi Shoigú (Chadán, URSS, 68 años), tras 12 años al frente de las fuerzas armadas. Miembro del círculo más próximo del mandatario desde que inició su carrera política en los noventa, Shoigú ha sido señalado por el estancamiento de una “operación militar especial” cuya intención inicial era que durase solo días y ha alcanzado ya los 27 meses. El general será sustituido al frente de las fuerzas armadas por un hombre de finanzas, el exministro de Desarrollo Económico Andréi Belóusov (Moscú, URSS, 65 años) en un movimiento que apunta a que el Kremlin planea una guerra larga contra Ucrania. En cualquier caso, Shoigú no abandona el círculo de Putin y será asignado como secretario del Consejo de Seguridad, donde sustituirá al poderoso exjefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB, el antiguo KGB) Nikolái Pátrushev (Leningrado, URSS, 71 años), cuyo destino se desconoce.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha explicado que la marcha de Shoigú obedece a la necesidad de adaptar el ejército a la guerra que libra contra Ucrania. “El ganador en el campo de batalla de hoy es aquel que está más abierto a la innovación, más abierto a implementar lo más rápido posible. Por lo tanto, en la etapa actual, el presidente decidió que el Ministerio de Defensa debería estar encabezado por un civil”, ha explicado el Kremlin a los medios rusos.
Putin ha aprovechado la nominación obligatoria de un nuevo Gobierno al inicio de su quinta legislatura para acometer esta revolución. Tras ser investido como presidente el pasado 7 de mayo, el anterior gabinete de ministros cesó en sus cargos al completo, como contempla la ley rusa. Putin confirmó la continuidad de algunos de ellos, como el primer ministro, el tecnócrata Mijaíl Mishustin, y la sustitución de otros.
Shoigú ganó una gran popularidad en los noventa como ministro de Emergencias del presidente Borís Yeltsin. Procedente de la región siberiana de Tuvá, junto a Mongolia, Shoigú se unió al equipo de Putin y fue clave en su victoria electoral. El alto cargo ejerció al frente de Emergencias hasta 2012, cuando el Kremlin le asignó la misión de modernizar un ejército al que su predecesor como ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, despejó de toda su herencia soviética.
El hasta ahora ministro de defensa se apoyó en el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov. La popularidad de ambos era muy elevada hasta el inicio de la invasión de Ucrania, e incluso Shoigú llegó a rivalizar con Putin en la aprobación en los sondeos. Sin embargo, su fallida ofensiva y los contraataques ucranios abrieron una fractura en el seno del ejército. La cara más visible de este cisma en el frente ruso fue el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que osó rebelarse con una columna rumbo a Moscú en junio de 2023. Prigozhin, supuestamente indultado, murió al estrellarse su avión dos meses después en circunstancias nunca aclaradas.
La destitución de Shoigú no lleva aparejada la de Guerásimov, que ha sido ratificado en su puesto por el Kremlin. “En cuanto al componente militar, este nombramiento no cambiará su actual sistema de coordenadas. El jefe del Estado Mayor continuará con su actividad y no se prevén cambios al respecto actualmente”, ha declarado el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, a la agencia Tass.
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“A pesar de que Shoigú era uno de los cargos de mayor antigüedad en el panorama nacional —anterior a Putin—, tenía la singular distinción de haber llegado muy lejos sin haberse granjeado ningún enemigo acérrimo”, describía como una de las grandes virtudes del general el analista Mark Galeotti en su libro Las guerras de Putin: De Chechenia a Ucrania.
Un experto en finanzas para una guerra larga
Shoigú ha sido reemplazado por un economista cuando la guerra acapara más de un tercio del presupuesto gubernamental. Andréi Belóusov sucedió a la actual gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, como ministro de Desarrollo en 2012, y un año después fue nombrado asistente del presidente para asuntos económicos.
La carrera política de Belóusov se ha desarrollado en un discreto segundo plano en la última década al formar parte del área tecnócrata del Gobierno. Sin embargo, ha gozado de gran confianza del Kremlin y en 2020 llegó a ejercer como primer ministro en funciones mientras Mishustin se recuperaba de una infección de coronavirus.
Belóusov, hasta esta semana primer viceprimer ministro ruso, es uno de los pocos tecnócratas cercanos al presidente ruso. “Un estadista rodeado de enemigos”. Así es como ha descrito al economista una fuente del Gobierno al diario independiente The Bell. Según el periódico, Belóusov fue el único del círculo económico del Kremlin que apoyó abiertamente la anexión ilegal de la península ucrania de Crimea en 2014.
La dirección del Ministerio de Finanzas continuará sobre los hombros de Antón Siluánov (61 años), responsable de esta cartera desde 2011. El economista declaró tras ser propuesto una vez más al frente del organismo que abastecer al ejército que “será una de las prioridades a la hora de elaborar el presupuesto”, pero recordó que el propio Putin “ha repetido en numerosas ocasiones que es necesario construir una política teniendo en cuenta los principios y reglas que garantizan la estabilidad de la política presupuestaria”.
Siluánov determinará el dinero disponible para tropas y armas, y con estas cuentas Belóusov se coordinará con Shoigú, cuya nueva labor al frente del Consejo de Seguridad será supervisar la colaboración entre la industria militar y las necesidades de las fuerzas armadas, según ha explicado el portavoz de Putin. El exministro de Defensa sustituirá al frente del organismo a uno de los hombres más poderosos de Rusia, Nikolái Pátrushev, el sucesor de Putin al frente del FSB entre 1999 y 2008.
El que fuera jefe del espionaje ruso seguirá dentro del poder, aunque su futuro se conocerá “en los próximos días”, según ha explicado Peskov. En cualquier caso, el exresponsable del FSB, la organización con más poder dentro del país, está bien posicionado bajo la protección de Putin. Su hijo, el ministro de Agricultura Dmitri Patrúshev (46 años), prosigue en su carrera dentro del régimen y ha sido elegido por Putin como viceprimer ministro en este nuevo mandato.
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