La historia reciente de los ciclos bajistas de la Reserva Federal (Fed) ofrece lecciones valiosas para los inversores. En el último ciclo de ajuste de tipos, el mercado no ajustó sus expectativas a la realidad y los inversores esperaron repetidamente que los informes fueran menos agresivos de lo que fueron. Los analistas advierten que la Reserva Federal está “detrás de la curva”, sugiriendo que sus ajustes podrían ser más profundos de lo esperado.
Desde 1990, los mercados no han podido anticipar la caída de los tipos de interés. En los seis ciclos transcurridos desde entonces, los inversores han subestimado las opciones de compra en el mercado de bonos. Históricamente, las expectativas han sido mucho más bajas que los recortes reales, como en 1990, 2000, 2007 y 2019. Sólo en 1995 y 1998 los mercados anticiparon correctamente los recortes.
Los errores en las expectativas del mercado son comunes, como también lo demuestra este año. A principios de año, los inversores pronosticaban agresivas subidas de tipos por parte de la Reserva Federal y el BCE, pero cuando surgieron señales de un debilitamiento de la economía estadounidense, esas previsiones se revisaron.
Aunque se esperan subidas de tipos de interés en la próxima reunión, los analistas dicen que la Reserva Federal podría recortar los tipos más rápido de lo que espera el mercado, especialmente si el mercado laboral continúa deteriorándose. Esto ha aumentado el riesgo de una recesión, lo que podría dar lugar a un ajuste más agresivo de la Fed.
En este entorno, los bonos pueden ofrecer mejores rendimientos que las acciones porque las tasas de interés reales son altas y podrían seguir aumentando. Sin embargo, algunos analistas advierten que los mercados pueden ser demasiado optimistas sobre la recuperación económica.
En resumen, la clave para los inversores es anticiparse a las sorpresas y posicionarse adecuadamente para aprovechar la divergencia entre las expectativas del mercado y la realidad económica.