Comparar entre sí los comunicados de la Reserva Federal tras cada reunión de política monetaria siempre ha sido uno de los deportes favoritos de analistas e inversores. Cuando el banco central está en un punto de inflexión, la atención a esos cambios de unas pocas palabras se exacerba. Este miércoles, el comité de política monetaria de la Reserva federal ha anunciado en su comunicado que mantiene los tipos en el 5,25%-5,5%, su máximo en casi 23 años, pero modificaciones en la redacción indican que empieza a preparar el terreno para una rebaja en los próximos meses. Pero también que ese recorte puede tardar
El anterior comunicado señalaba a qué estaría atento el comité a la hora de decidir si debía endurecer más la política monetaria. Ahora, cambia a fondo el mensaje: “A la hora de considerar cualquier ajuste del rango objetivo del tipo de interés de los fondos federales, el Comité evaluará cuidadosamente los datos que vayan llegando, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos. El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido una mayor confianza en que la inflación avanza de forma sostenible hacia el 2%. El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido una mayor confianza en que la inflación avanza de forma sostenible hacia el 2%”, señala la nota.
Es decir, la Reserva Federal menciona por primera vez y deja abierta la posibilidad de bajadas de tipos, sin descartar por completo una hipotética subida que nadie espera, pero con la advertencia de que hace falta ver el camino más claro para aprobar una rebaja.
Que la Reserva Federal cree que los tipos bajarán este año no es ningún secreto. Las previsiones de los propios miembros del comité, actualizadas en diciembre, apuntaban a una rebaja de 0,75 puntos durante este año hasta el final del ejercicio. La cuestión es cuándo y a qué ritmo. Las apuestas estaban divididas. El mercado concedía probabilidades a que llegase un primer recorte en marzo, pero tras la advertencia del comunicado de este miércoles, esa posibilidad se difumina. La mayoría de los analistas se inclinan por esperar rebajas trimestrales de 0,25 puntos a partir del segundo trimestre, empezando en la reunión de mayo o en la de junio.
Tras el comunicado, el mercado espera las pistas que dé el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la rueda de prensa convocada para este miércoles en Washington a las 14.30 (las 20.30 en la España peninsular). Los últimos datos apuntan a que la economía sigue creciendo con fuerza, pero que la inflación está cediendo terreno, un escenario de aterrizaje suave ideal para el banco central.
La atención se centrará en cómo interpreta Powell los últimos datos económicos. La economía creció en el cuarto trimestre un 0,8% trimestral y un 3,1% interanual, mostrando una sorprendente fortaleza. En el conjunto del año, el producto interior bruto (PIB) aumentó un 2,5%, según la primera estimación publicada el jueves pasado por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Mientras, el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal se desaceleró hasta el 2,9% en diciembre, situándose por debajo del 3% por primera vez desde principios de 2021, según los datos publicados el viernes por el mismo organismo.
En los últimos dos años, el precio del dinero se ha encarecido cinco puntos, el endurecimiento de la política monetaria más agresivo desde la década de 1980, precisamente para contrarrestar la inflación más alta en cuatro décadas. El banco central lleva sin mover los tipos desde julio del año pasado, pero Powell se las ha arreglado para mantener la tensión. En muchas ocasiones ha señalado que más importante incluso que el nivel máximo que alcanzase el precio del dinero en este ciclo de endurecimiento de la política monetaria lo es por cuánto tiempo se mantienen los tipos altos.
[Noticia de última hora. Habrá ampliación en breve]
Avalancha de emisiones del Tesoro
El Tesoro de Estados Unidos ha actualizado este miércoles sus estimaciones de nuevas emisiones de deuda y la conclusión es que saldrá al mercado una avalancha de nuevo papel en los próximos meses. La primera cita es la semana que viene. El Tesoro prevé colocar 121.000 millones de dólares en deuda para hacer frente a un vencimiento de unos 105.100 millones del próximo 15 de febrero, de modo que logrará financiación neta por unos 15.900 millones de dólares. El Tesoro emitirá en tres subastas, los días 6, 7 y 8 de febrero, títulos a tres años por 54.000 millones de dólares, bonos a 10 años por 42.000 millones de dólares y a 30 años por 25.000 millones de dólares.
También ha habido un aumento de los objetivos de emisión de los meses de febrero, marzo y abril. El Tesoro tiene previsto aumentar el tamaño de las subastas a 2 y 5 años en 3.000 millones de dólares al mes, a 3 años en 2.000 millones de dólares al mes y a 7 años en 1.000 millones de dólares al mes. Como resultado, los tamaños de las subastas a 2, 3, 5 y 7 años aumentarán en 9.000, 6.000, 9.000 y 3.000 millones de dólares, respectivamente, a finales de abril de 2024, según ha anunciado. Estados Unidos ha ido aumentando su deuda como consecuencia del déficit federal, que se situó en 1,7 billones de dólares el pasado ejercicio.
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