(CNN Español) — El juez de la Unidad Judicial Multicompetente de Yaguachi, Erick Rodríguez, admitió un pedido de medidas cautelares a favor del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien cumple dos sentencias por corrupción.
En la resolución, el juez Rodríguez ordena la devolución de los derechos políticos de participación para “elegir y ser elegido” ya “participar en asuntos de interés público” a favor de Glas, con el fin de que pueda participar en las elecciones anticipadas del el próximo 20 de agosto en Ecuador.
Asimismo, ordenar el levantamiento de todo impedimento impuesto a Glas para ejercer una carga en el sector público.
“Respetando sus derechos constitucionales de participación de elegir y ser elegido con interrelación a la progresividad del ejercicio de derechos, al debido proceso en el cumplimiento de las normas y derechos de las partes y derecho a la defensa; de igualdad y sin discriminación; y proyecto de vida”, especifica la resolución judicial.
De esta manera, el juez Rodríguez dispone al Consejo Nacional Electoral para restaurar los derechos de participación política de Glas y sus datos en el padrón electoral.
CNN solicita una respuesta de la Fiscalía General del Estado qu’encabezó los procesos judiciales en contra de Jorge Glas y está a la espera de una respuesta. También está intentando comunicarse con el abogado del exvicepresidente.
El 28 de noviembre de 2022, el exvicepresidente Glas salió de prisión tras ser condenado a cinco años de prisión tras ser condenado por delitos de corrupción.
Glas cumplió dos sentencias de seis y ocho años de prisión por delitos de asociación ilícita y cohecho agravado, respectivamente, vinculados a la trama de sobornos del caso Odebrecht. Glas ha negado estas pruebas, asegura que fue sentenciado “sin pruebas” y que es víctima de una persecución política.
El exvicepresidente ha permanecido en prisión desde finales de 2017 y la mayor parte de su condena la cumplió en la cárcel de Latacunga, ubicada a una hora y media de Quito. In mayo de este año fue trasladado de Latacunga a Quito para cumplir su condena en la “cárcel número 4”, una prisión al norte de la ciudad, donde se encuentran varios exfuncionarios procesados por corrupción o delitos contra la administración pública.