La economía española dejó atrás la pandemia a finales de 2022, pero la recuperación no ha ido a la misma velocidad en todo el territorio: a la vez que el PIB nacional volvía al nivel precrisis, el desempeño de más de la mitad de las comunidades autónomas seguía por debajo del de 2019. En este grupo se encuentran tanto regiones muy dependientes del turismo —en particular las islas, las más perjudicadas por los cerrojos sanitarios— como áreas que sufrieron menos la crisis, entre ellas Extremadura y Asturias, pero cuyas economías se quedaron rezagadas. La otra cara de la moneda son las ocho autonomías que sí volvieron a las marcas precovid a la vez que el resto del país, con Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia a la cabeza, según los últimos datos de la Contabilidad regional de España publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Canarias es la comunidad que más lejos estaba en 2022 de su PIB prepandemia en términos reales, con Baleares pisándole los talones. Sus economías fueron las que más se replegaron durante el año de la covid por su elevada dependencia del turismo y de las actividades a contacto con el público, como la hostelería. En las islas mediterráneas la actividad se hundió un 23,1% y un 19% en el archipiélago atlántico, muy por encima del retroceso medio nacional del 11,2%. De ahí que el camino hacia los niveles de 2019 sea más largo, aunque en 2022 fueron las autonomías que más crecieron con respecto al año anterior.
La intensidad del golpe, sin embargo, no siempre justifica el ritmo de la recuperación. Asturias, mucho menos dependiente del turismo y cuya economía cayó algo menos que el promedio nacional, también seguía a cierre de 2022 con una actividad un 2,3% inferior a la de 2019. Lo mismo ocurría en Extremadura (un 3,5% por debajo), Castilla y León (-1,6%) y Castilla-La Mancha (-0,9%), que registraron fuertes mordiscos del PIB en 2020, aunque notablemente inferiores al que sufrió el país en su conjunto. Las otras autonomías que en 2022 no habían vuelto al mismo volumen de actividad precrisis eran Aragón (-0,3%), Cataluña (-0,4%) y Andalucía (-0,4%).
“Las diferencias en la recuperación no dependen tanto de cuánto cayó la economía o de lo rica que es una comunidad”, subraya María Jesús Fernández, analista del centro de análisis Funcas. “Tiene más que ver con el peso de determinados sectores en la economía regional, la dinámica de sus estructuras productivas, de cómo han evolucionado sus exportaciones, si están más orientadas hacia el mercado exterior o interior, del dinamismo de su propia demanda… Son factores diversos. Si se analiza comunidad a comunidad, el resultado es un mosaico”.
Hay, no obstante, algunos rasgos que se repiten por toda la geografía nacional. El más llamativo es el mal comportamiento de la agricultura: su contribución al PIB nacional sigue un 15,5% por debajo de la de 2019 —en 2022 volvió a caer— y no ha recuperado los niveles precrisis en ninguna región, reflejo de un declive que lleva tiempo en marcha. La otra actividad que no levanta cabeza en ninguna autonomía, pese a que el empleo en el sector haya crecido, es la construcción. En 2022 generaba un 12,7% menos de riqueza comparado con la época precovid.
El comercio y la hostelería, las ramas más damnificadas por las medidas sanitarias, han registrado en cambio vigorosos repuntes y a finales de 2022 habían recuperado a nivel nacional todo lo perdido durante la pandemia. No obstante, su aportación seguía rezagada en algunas comunidades, sobre todo en Canarias (-9,2% con respecto a 2019) y Baleares (-6,1%). También registran signos negativos Castilla y León (-0,8%) y Cataluña (-2,2%). La industria vinculada con la energía, los suministros y la actividad extractiva tampoco ha vuelto a los niveles de 2019, en parte debido a la crisis de precios agravada por la guerra en Ucrania. La categoría de información y comunicaciones, que incluye telecomunicaciones, programación informática y actividades de cine, entre otras, fue la que mejor se repuso: a cierre de 2022 generaba un 16% más de riqueza que en 2019.
Madrid lidera la recuperación
El bloque de las comunidades que ha recobrado la actividad previa a 2020 está liderado por la Comunidad de Madrid. Su PIB no solo había recuperado el nivel anterior a la crisis al cierre de 2022 —año en el que, además, amplió su brecha con Cataluña—, sino que estaba ya un 1,8% por encima de este tras hundirse un sonoro 10,4% el año de la pandemia. El ritmo de crecimiento fue en este caso más robusto en 2022 que en 2021, arrastrado por la buena marcha del comercio y la hostelería y la mejora del sector de información y comunicaciones. La aportación de la construcción, en cambio, sigue siendo la más perjudicada y estando un 12,8% por debajo de la de 2019. También la agricultura, las industrias extractivas y los suministros de energía y agua, el sector de la administración pública —seguridad, educación, sanidad…— continúan rezagados en comparación con la época anterior al tsunami de la covid, en línea el comportamiento de la actividad nacional.
La Comunidad Valenciana, que sufrió un batacazo aún peor que la región capitalina en 2020, con una caída del 10,8%, es la segunda autonomía que más terreno había recuperado a cierre de 2022. Al finalizar ese ejercicio, su actividad era un 1,4% superior a la de tres años antes. Todos los sectores elevaron su contribución a la economía regional con respecto a entonces, salvo la agricultura, la construcción y las actividades artísticas y recreativas. La tercera comunidad cuyo PIB está más de un punto por encima de la marca de 2019 es Murcia (1,1%), cuya actividad cayó un 9% en el año de la pandemia, pero experimentó un fuerte rebote, del 6,9%, al año siguiente. También País Vasco (0,7%), La Rioja (0,6%), Cantabria (0,4%), Galicia (0,1%) y Navarra (0,1%) terminaron 2022 con una actividad superior a la de tres años antes.
A falta de conocer el dato oficial, las previsiones apuntan a que España creció por encima del 2% el año pasado pese a la inflación y la ralentización general de la actividad. Este incremento, según Fernández, no será sin embargo suficiente para que todas las comunidades que se han quedado atrás cierren la brecha. “Canarias y Baleares podrían acercarse en 2023 al PIB que tenían antes de la pandemia y las demás lo recuperarán. Pero dudo mucho que una comunidad como Extremadura vaya a crecer más de un 3%, sobre todo por la evolución del sector agrícola. Es la principal candidata a mantenerse por debajo”, pronostica.
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